Elimine la tortura a su espalda

Para combatir dolor de espalda, principal causa de incapacidad laboral, especialistas recomiendan llevar tratamiento médico y fisioterapia.

¿Ha intentando con pomadas, masajes, estiramientos y nada le quita el dolor de espalda? Es probable que sea una lesión o una lumbalgia y tenga que recurrir con un especialista.

José Eleuterio González Martínez, especialista en medicina del deporte y rehabilitación física, explica que la lumbalgia es la principal causa de incapacidad laboral y que más del 85 por ciento de las personas mayores de 40 años tendrán un episodio de este trastorno alguna vez en su vida.

Explica que el dolor de espalda puede ser multifactorial, desde una contractura muscular, una hernia de disco que presione una raíz nerviosa, una fractura o algún padecimiento reumatológico, una infección renal y en casos extremos un tumor.

«La espalda es un área muy sensible y es muy fácil de lastimar: malas posturas, cargar objetos pesados con una mala posición, levantarse cotidianamente mal, a largo plazo te va a generar molestias», comenta.

Cuando el origen del dolor es muscular se da tratamiento médico y fisioterapia.

«La fisioterapia común es aplicar cambios térmicos como el hielo, infrarrojo, ultrasonido terapéutico que ayuda desinflamar el músculo, electroterapia, masajes».

El tratamiento médico consiste en dar antiinflamatorios, relajantes musculares y analgésicos de rescate en caso de presentar un dolor insoportable.

Después de la visita al médico y el tratamiento es importante que el paciente siga fortaleciendo su musculatura lumbar y la musculatura abdominal.

«La mejor faja que podemos tener y podemos usar son nuestros músculos. Si nosotros fortalecemos nuestro abdomen y nuestra espalda no nos regresa el dolor lumbar, siempre y cuando tengamos buenas posturas y una buena higiene de columna».

Para prevenir un dolor en la espalda baja se recomienda:

Realizar estiramientos de oficina si está sentado por largos periodos.
Cambiar su postura cada media hora.
Al despertar, lo ideal es ponerse de lado, bajar los pies y levantarse con los brazos y no con la espalda.
Tener un colchón ni muy rígido ni muy suave.
Evite cargar pesas con una mala técnica en el gimnasio.
Use faja al cargar algo pesado.
Evite dormir boca abajo.
Al agacharse flexione las rodillas.

Fuente: Zocalo

Los esguinces son las lesiones traumatológicas más frecuentes en verano

Los esguinces son las lesiones traumatológicas más frecuentes en verano, ya que aumenta la práctica de deportes de impacto en suelos poco firmes como la arena de playa. El fútbol playa, voleibol o palas, se suelen practicar descalzo en esta época y, según el traumatólogo de HLA Montpellier, Javier Domingo Cebollada, “el esguince de tobillo suele ser la lesión más habitual. En general, suelen ser benignas y de resolución espontánea con reposo, analgesia y fisioterapia.

Cuando el dolor persiste en el tiempo, es conveniente estudiarlo. En ocasiones los ligamentos que se lesionan pueden cicatrizar de manera hipertrófica, es decir, el ligamento aumenta su grosor por el mecanismo propio de reparación y pueden aparecer fenómenos de pinzamiento de ese tejido cicatricial en la articulación.

Eso produce dolor localizado en el trayecto del ligamento e hinchazón al realizar esfuerzos. En estos casos, es conveniente realizar una exploración detallada para solicitar alguna prueba complementaria que confirme el diagnóstico.

También son frecuentes los traumatismos en los dedos de los pies, el más habitual en verano es el del quinto dedo del pie. Muchas veces este golpe acaba en una fractura de alguna falange, por ello, es importante acudir al médico, sobre todo si el dolor persiste y descartar con una radiografía que se haya podido ver afectado el metatarsiano.

En este tipo de fracturas, el uso inadecuado de las chanclas juega un papel fundamental, según el Dr. Domingo, «hay que utilizar solo las chanclas para la piscina o la playa, nunca para caminar o correr ya que dan muy poca estabilidad al pie y es muy fácil tener torceduras. Además, el pie no tiene el apoyo suficiente en el tobillo y eso puede dar lugar a problemas como tendinitis o dolores en el empeine por sobrecarga».

Fuente: Diario Médico