EL BRUXISMO: CONSECUENCIAS Y CÓMO ALIVIARLO

 

Si por las noches no descansas como debieras porque aprietas las mandíbulas es probable que padezcas esta patología muy común y que conviene tratar cuanto antes

Apretar inconscientemente la mandíbula, estar constantemente rechinando los dientes sin darte cuenta, ambos son síntomas de que se está padeciendo bruxismo, una patología que sufren casi siete de cada 10 personas, según datos de los especialistas de la farmacia online española DosFarma.

El bruxismo más conocido es el que se produce mientras la persona duerme, pero no es el único. Es posible seguir manteniendo esas malas costumbres de manera inconsciente también cuando estamos despiertos.

El cuerpo no se relaja, no se consigue conciliar un sueño realmente reparador y además, el desgaste del esmalte dental termina debilitando el propio diente, se producen muchas afecciones periodontales, musculares, articulares e incluso óseas. Se sabe que el bruxismo es la causa principal de los trastornos que se producen en la articulación temporomandibular (ATM).

Para Amanda Dutruc, farmacéutica del grupo DosFarma, el bruxismo «es un trastorno invisible pero tremendamente común. Es difícil darse cuenta de cuándo se vuelve un auténtico problema porque lo hacemos sin ser conscientes, ni siquiera cuando estamos despiertos. Sin embargo, sus consecuencias son muy visibles y pueden llegar a ser graves.»

Por qué se padece bruxismo

Es una patología que se vincula con el consumo de medicamentos o sustancias químicas pero también con trastornos psiquiátricos o neurológicos. Hay medicinas que lo tienen como efecto secundario, como algunos antidepresivos. También el consumo de alcohol, el tabaco o las bebidas energéticas influyen en el riesgo de que aparezca o empeore.

Los meses de confinamiento, el estrés, la sensación de incertidumbre que ha provocado la pandemia en gran parte de la población, ha multiplicado los casos de bruxismo en general porque en esta patología la salud mental juega un papel muy importante.

Los médicos tienen clara la relación directa que existe entre el estrés que se soporta en el día a día y las posibilidades de que se produzca bruxismo. Tener dificultades para dormir es un factor decisivo en el bruxismo nocturno. El insomnio, y el estrés que deriva de él, la apnea del sueño o los terrores nocturnos influyen mucho en la tensión de la mandíbula durante la noche.

Las personas con trastorno de déficit de atención por hiperactividad también son propensas a sufrirlo, como aquellas otras que tienen la capacidad de concentrarse profundamente y que sin darse cuenta aprietan la mandíbula en ese proceso mental.

Suele ser más frecuente en niños y suele superarse cuando se alcanza la edad adulta aunque puede aparecer en cualquier edad.

En ocasiones, el bruxismo es solo algo leve o temporal y ni siquiera tiene consecuencias. Habrá momentos puntuales en los que apretemos sin darnos cuenta, pero eso no tiene por qué traer problemas a largo plazo.

Qué podemos padecer si desarrollamos bruxismo

Si el hábito es continuado, si llevamos tiempo padeciendo bruxismo aunque no seamos conscientes de ello puede que se hayan desarrollado una serie de dolencias relacionadas directamente con ello.

Dolores musculares. La tensión que se acumula por el rechinamiento constante se refleja en los músculos cercanos a la mandíbula. Eso implica dolor de cuello, molestias en los oídos e incluso dolores de cabeza.

Sensibilidad dental. El roce constante de los dientes desgasta el esmalte y hace que se vuelvan más sensibles.

Además de la sensibilidad, el bruxismo puede provocar que nos rompamos algún diente y que sean más pequeños de lo habitual, porque se van desgastando mucho más deprisa de lo que deberían.

Molestias en la articulación temporomandibular, justo la articulación que se sitúa delante de los oídos. Esas molestias pueden manifestarse con un chasquido cuando abrimos y cerramos la boca pero el bruxismo también va a provocar dolor en otras zonas de la cabeza y la cara.

Cómo se puede aliviar esta patología

El primer paso es ponerse en manos de un profesional que pueda ayudarnos a superar el bruxismo empezando por paliar sus efectos más negativos e incluso dolorosos.

El tratamiento más habitual suele ser una férula de descarga para que los dientes no choquen entre sí mientras se duerme. Así se consigue que los músculos se relajen y sobre todo se evita el desgaste.

Los músculos del cuello y de la espalda también sufren esta tensión y pueden resentirse por lo que es imprescindible mantener una buena postura durante el día para ir relajando estas zonas.

Estirar los músculos cervicales es un ejercicio muy sencillo que va a ayudar mucho a relajar la tensión en la mandíbula.

Para descomprimir el hueso temporal funciona muy bien tirar de las orejas. El hueso temporal es de los huesos principales que forman la articulación temporomandibular, la que más sufre por culpa del bruxismo.

Hay que dejar por completo la costumbre de masticar chicle porque esa masticación carga aún más la mandíbula y crea una tensión que el cuerpo va a liberar como pueda y cuando pueda aunque no sea de la mejor forma o al menos, la más sana.

El automasaje de mandíbula es una de las mejores técnicas para liberar la tensión acumulada mejorando la circulación en la zona al mismo tiempo.

Los parches de calor también son de gran ayuda para relajar los músculos en tensión tanto de cuello, espalda o incluso los de la mandíbula.

Fuente: Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Navarra (COFN)

FIBROLISIS INSTRUMENTAL MIOFASCIAL (FIM)

DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA

La técnica de Fibrolisis fue creada por el fisioterapeuta sueco Kurt Ekman y desarrollada
en los años posteriores a la 2a Guerra Mundial especialmente a partir del 1972.

La técnica de FIM (Fibrolisis Instrumental Miofascial) se define como la realización de una ruptura de
fibras mediante unos instrumentos (ganchos). Su finalidad es devolver al
sistema miofascial su rango de movilidad normal mejorando así el movimiento, el dolor
y otros aspectos clínicos relacionados sin traspasar la piel.

ACCIONES DE LA FIM

  1. Acción Mecánica. Consiste en liberar adherencias fibrosas y romper
    corpúsculos irritativos inter y mioaponeuríticos que pueden provocar esquemas de
    tensión mioaponeuróticos (hematomas, cicatrices, procesos inflamatorios,
    síndromes compartimentales, atrapamientos neurales o de otro tipo, contracturas, etc.)
    Producirá un efecto beneficioso impidiendo la formación de nuevas
    adherencias, mejorando el rango de movilidad, dará salida a líquidos estancados,
    permitirá una mejor organización del tejido de colágeno…
  2. Acción Circulatoria. Se puede observar rápidamente mediante un aumento de la temperatura local y una
    hiperemia de la región tratada, signos inequívocos de un aumento de temperatura.
    Tendrá un efecto de aumento de la circulación local y linfática, liberando histamina y
    mejorando el trofismo de la región.
  3. Acción Refleja. Producida por el contacto del gancho de la piel o por los movimientos repetitivos del
    gancho, o por el efecto de bombeo–‐presión sobre las estructuras entre otros.
  4. Acción Metabólica. Se producirá una liberación de sustancias que permitirán modificar el umbral del dolor
    (Sustancia P, acetilcolina, catecolaminas…).
  5. Acción Psicológica. Aunque ese efecto no es distinto de otras técnicas de fisioterapia, el aspecto agresivo de los mismos, su forma e incluso su sonido pueden condicionar una respuesta de tipo psicológico.

INDICACIONES DE LA FIM

La técnica de Fibrolisis es útil en la gran mayoría de patologías del aparato
locomotor que cursen con:
– Exudados y hematomas
– Contracturas musculares
– Adherencia de tejidos
– Acortamiento de tejidos
– Rupturas de tejidos (fracturas, rupturas ligamentosas, cirugías…)
– Cicatrices
– Patrones de tensión muscular intrínsecos o extrínsecos
– Atrapamientos de estructuras neurales, vasculares o miotendinosas
– Procesos degenerativos de tejidos musculares, óseos, articulares…

CONTRAINDICACIONES DE LA FIM

  • Dolor
  • Mal estado cutáneo
  • Heridas, úlceras, etc.
  • Mal estado circulatorio (varices, fragilidad capilar, pacientes tratados con anticoagulantes, hemofílicos, etc.)
  • Procesos inflamatorios (tendinitis o tenosinovitis); no se utilizará sobre el tendón directamente, pero sí sobre el vientre muscular.
  • Celulitis
  • Embarazo. Está contraindicado el uso de los ganchos en zonas del
    abdomen, pelvis anterior, tórax inferior y columna dorsal baja y lumbar.

Fuente: COFN

HOMBRO CONGELADO O CAPSULITIS ADHESIVA

¿QUÉ ES?

Es una patología en la cual existe una retracción del tejido de la cápsula articular del hombro. Ésta genera dolor, rigidez y disminución progresiva de los movimientos de la articulación glenohumeral, compuesta por la escápula y el húmero.

TIPOS DE HOMBROS CONGELADOS

Hombro congelado primario (idiopático): comienza con una inflamación no específica de la mucosa articular. La causa puede ser trastornos hormonales, del azúcar en la sangre (diabetes) o del metabolismo de las grasas (triglicéridos). Suele afectar en mayor medida a mujeres entre 40 y 60 años.

Hombro congelado secundario: ocurre como consecuencia de un accidente, de una inmovilización prolongada de la articulación glenohumeral, después de una cirugía o debido a enfermedades como la tendinopatía calcificante.

CAUSAS 

  • Traumatismos directos en el hombro.
  • Lesiones o enfermedades en el área de la articulación glenohumeral (rotura en el manguito rotador, calcificaciones, pinzamientos de tendones o músculos en la articulación del hombro).
  • Procedimientos quirúrgicos en el área del hombro o que requieran la inmovilización de esta articulación
  • Factores neurológicos; enfermedad de los nervios periféricos, accidentes cerebrovasculares (ACV), enfermedad de Parkinson o irritación, radiculopatía.
  • Enfermedades metabólicas; diabetes mellitus, enfermedad de Addison (enfermedad de la corteza suprarrenal) o trastornos del tiroides.

SÍNTOMAS Y SIGNOS

Además de distinguir entre los dos tipos de hombro congelado (primario y secundario), realizamos también una distinción de fases, ya que esta patología cursa con 3 fases, con sígnos y síntomas diferentes.

  • Primera fase, inflamatoria o de congelamiento (freezing): durante esta fase disminuye progresivamente el rango de movimiento en la articulación del hombro. Sin embargo, el síntoma principal de esta fase es el dolor, el cual aparece repentinamente y con algunos movimientos (al sacar la cartera del bolsillo trasero del pantalón. El dolor suele aumentar rápidamente durante esta fase, haciéndolo también en reposo y durante la noche. Puede durar de 2 a 9 meses.
  • Segunda fase, de congelación (frozen): en esta fase disminuye el dolor gradualmente, y el hombro se «congela», por lo que los movimientos activos y pasivos del hombro pueden verse disminuidos. Puede durar de 4 a 12 meses.
  • Tercera fase, de descongelación (thawing): el endurecimiento y la rigidez desaparecen gradualmente, y la articulación recupera su rango completo de movimiento en el mejor de los casos. Puede durar más de 20 meses y hasta 3 años.

TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA

El tratamiento de fisioterapia consiste principalmente en aliviar el estímulo inflamatorio y el dolor y, en el curso posterior, mejorar gradualmente la movilidad y la funcionalidad del hombro, lo que permite mejorar la calidad de vida del paciente afectado.

El tratamiento de esta patología estará enfocado en las fases en las cuales se desarrolla, por lo que el tratamiento puede variar en función de la fase en la cual se encuentre el paciente.

  • Tratamiento en la fase 1. En esta fase el tratamiento estará enfocado en no causar dolor, sino reducirlo. Medidas terapéuticas: electroanalgesia, crioterapia, termoterapia, movilizaciones pasivas asistidas, estiramiento en rangos no dolorosos, masaje relajante y ejercicios pendulares. Con ellos se puede acelerar el metabolismo de la fascia, aflojar los tejidos conectivos, fomentar la llegada de endorfinas y reducir la tensión en la parte superior del brazo, el hombro y el cuello.
  • Tratamiento en la fase 2. En esta fase el dolor es menor, por lo que el tratamiento irá enfocado en mejorar la amplitud de movimiento. Técnicas: estiramientos, relajación miofascial, punción seca, fibrólisis dicutánea y ejercicios que promuevan la amplitud del movimiento. Con el ejercicio se estiran las estructuras periarticulares contraidas, la cápsula se abastece mejor de sangre y el tejido conectivo inflamado puede regenerarse, lo que favorece la recuperación de la amplitud de movimiento.
  • Tratamiento en la fase 3. Estará enfocado en ejercicios progresivos de fortalecimiento y coordinación para poder mover el hombro lo antes posible. De esta manera se podrán eliminar los desencadenantes reales del hombro congelado y prevenir su reaparición.

Fuente: fisioterapiaonline hombro congelado

Efectos de la Técnica de Punción Seca (PS) sobre Puntos Gatillo Miofasciales (PGM)

Los Puntos Gatillo Miofasciales (PGM) son una causa importante de dolor músculo – esquelético. Éstos se definen como una zona hiperirritable del músculo asociada a un nódulo hipersensible localizado dentro de una banda tensa de fibras musculares. Esta zona resulta dolorosa a la compresión directa, al estiramiento y/o a la contracción del músculo en el que se encuentra.

Los PG se originan cuando varios sarcómeros (filamentos de proteína, responsables de la contracción muscular) se quedan contraidos permanentemente, disminuyendo así el flujo sanguíneo.

Dicha disminución de flujo sanguíneo no permite una correcta nutrición ni oxigenación de las células musculares. Ello conlleva al dolor irradiado (dolor que aparece a distancia del punto gatillo).

Los puntos gatillo se pueden clasificar en dos tipos:

  • Punto Gatillo Activo: son los puntos que generan dolor de manera espontánea, o una alteración del movimiento del músculo en el que se encuentran.
  • Punto Gatillo Latente: son los puntos que sólo producen dolor cuando se presionan.

La Punción Seca (PS) es una técnica invasiva indicada para el tratamiento de dichos puntos gatillo miofasciales. Dicha técnica consiste en generar una microrrotura en el punto gatillo, empleando agujas de acupuntura. Como consecuencia, se producirá una inflamación y un aumento del aporte sanguíneo a la zona, disminuyendo las sustancias nociceptivas.

Se ha visto que su aplicación tiene un efecto inmediato en la disminución de la actividad muscular y el dolor en PG en el trapecio superior.

Fuente: Rev.Soc.Esp Dolor vol. 26 no.2 Madrid mar./abr. 2019 Epub 23-Mar-2020

Una quinta parte de la población sufre Transtorno Craneomandibular

¿Qué es el trastorno craneomandibular?

El trastorno craneomandibular es un término muy amplio que engloba diferentes procesos que afectan a la articulación temporomandibular y los tejidos que están alrededor de esta, entre ellos los músculos masticatorios (masetero, temporal, pterigoideo y digástrico). Un porcentaje muy elevado de afecciones de la articulación suelen generar dolor articular. De hecho, casi un 80% de los pacientes (según algunos estudios epidemiológicos) cursan dolor de cuello. También es frecuente que estos pacientes presenten dolor localizado en la región orofacial o referido hacia la cabeza y cuello, pudiendo coexistir todo esto junto con una mayor o menor pérdida de apertura bucal u otras dificultades masticatorias.

«El fisioterapeuta es clave en el equipo multidisciplinar de tratamiento a estos pacientes, ya que posiblemente sea el que provea un tratamiento más completo siempre y cuando sea experto en el área y adopte un planteamiento terapéutico multimodal.» – Alba Paris, médico y fisioterapeuta.

Causas:

No se conoce una causa concreta pero hay evidencias científicas que muestran que afectan más a las mujeres que a los hombres y que lo padece alrededor del 20% de la población española. Las causas principales que los desencadenan son las parafunciones (como el bruxismo) y el estrés. Por ejemplo, tras la pandemia, el estrés emocional parece un detonante que ha incrementado estas patologías en pacientes que no cursaban trastornos craneomandibulares anteriormente.

Factores de riesgo:

Además de las parafunciones y el estrés, hay otros factores de riesgo relacionados como por ejemplo:

  • Traumatismos de alta velocidad o accidentes en los que se presente una fractura mandibular.
  • Micro y macrotraumatismos.
  • Determinadas características oclusales.
  • Un tiempo prolongado de apertura de la boca (tratamientos odontológicos largos como una endodoncia, por ejemplo)
  • Artritis reumatoide.
  • Ser mujer.

Otros factores asociados:

  • Mala calidad del sueño.
  • Bajos niveles de actividad física.
  • Coexistencia de dolor de cabeza.
  • Presencia de ansiedad y depresión.

Los tratamientos más adecuados:

En opinión de Alba Paris (médico y fisioterapeuta citada anteriormente), el tratamiento más adecuado para tratar estos trastornos es el conservador. “Durante muchos años se estuvo realizando intervenciones quirúrgicas para corregir posiciones del disco o para mejorar la lubricación de la articulación y limpiarla internamente. Estos procedimientos se han dejado de hacer de manera rutinaria entre otras cosas porque la evidencia científica ha puesto de manifiesto que el tratamiento conservador es la mejor opción”, asegura la fisioterapeuta.

Opciones conservadoras:

Dentro de las opciones conservadoras existe la posibilidad de tomar fármacos analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares, según prescripción facultativa. Actualmente también está en auge la utilización de bótox para el bruxismo o el dolor muscular masticatorio, aunque según Paris no hay suficiente evidencia científica que justifique el uso del bótox con un objetivo analgésico en estos pacientes.

Por ello, recomienda siempre, en su lugar, el tratamiento por medio de terapia manual sobre las estructuras craneomandibulares y la prescripción de ejercicio terapéutico. “Todo ello, junto con las recomendaciones adecuadas y un proceso de educación terapéutica sistemático hacen posible la recuperación de los pacientes en la mayor parte de los casos. Si se realiza de forma adecuada, muy pocos tendrán que pasar por una cirugía”, subraya.

Tratamientos manuales:

Dentro del equipo multidisciplinar para atender la patología de la articulación temporomandibular (ATM) también hay odontólogos que pueden abordar este tipo de problemas con fármacos y férulas. Realizar únicamente este abordaje es quedarse a la mitad del tratamiento conservador disponible para estos pacientes, el cuál solo lo puede aportar un fisioterapeuta especializado. Tratar manualmente y pautar de una manera muy precisa los ejercicios es importantísimo en estos casos e incluso con algunos pacientes se necesitará de la participación de un cirujano maxilofacial para valorar si el caso puede necesitar cirugía.

Alteraciones psicológicas:

Es importante destacar que un alto porcentaje de pacientes con trastornos craneomandibulares de larga evolución terminan desarrollando alteraciones psicológicas. Por ello Paris estima que en el equipo interdisciplinar de tratamiento también debe haber siempre un psicólogo, puesto que algunos necesitan una terapia cognitivo-conductual enfocada a disminuir el dolor, a un automanejo del estrés diario o a tratar algunas conductas desadaptativas que el paciente puede presentar.

 

Fuente: Colegio de Fisioterapeutas de Navarra.

Ya llega la pretemporada, ¿cómo prevenir lesiones?

Ya llega agosto y empieza la pretemporada, la vuelta a la normalidad en el mundo deportivo, y con ello, el riesgo de lesión. ¿Cómo podemos prevenirlas? Como su propio nombre indica, con un programa de prevención. Estos programas suelen tener diferentes tipos de trabajo y se ha visto que gran parte del peso cae sobre el trabajo neuromuscular. Vamos a explicar brevemente un posible trabajo respecto a prevención de lesiones deportivas.

Posibles tipos de entrenamiento:

Podremos realizar diversos tipos de trabajo, entre ellos:

  1. Entrenamiento propioceptivo de fuerza: mediante este trabajo, se desarrolla la coordinación intermuscular, la intramuscular y los procesos reflejos para optimizar el rendimiento del músculo, mejorando a su vez, el rendimiento deportivo. Para ello, será necesario un buen trabajo de CORE (abdominales, los músculos de la cadera, y la musculatura de la columna lumbar), musculatura dorsal y cervical. De esta forma, daremos la estabilidad necesaria para la transferencia de las tensiones que se transmiten desde el suelo, a través del tren inferior y por último, a través del tren superior y de las extremidades superiores. Esta transferencia de tensiones fundamental para correr, realizar fintas, saltar, lanzar y golpear.
  2. Entrenamiento propioceptivo de coordinación: mejora la capacidad que se activa cuando hay que resolver situaciones inesperadas a través de la información propioceptiva del propio cuerpo. Los factores de coordinación que mejoran con este tipo de entrenamiento son: la capacidad de equilibrio, la orientación, la relajación de los músculos, la regulación de los parámetros espacio y tiempo del movimiento, y el sentido del ritmo. Buscando la exigencia de los sistemas neuromusculares, se mejora la coordinación postural y del movimiento y para ello se irán implementando nuevos ejercicios de movimiento con un grado de dificultad creciente. Ejemplos de entrenamiento de coordinación serían los trabajos con distintos soportes (discos, balones inflables, fitball, mini trampolines…) o bien, simplemente cerrando los ojos. El entrenamiento con inestabilidad propone que el sistema neuromuscular sea estimulado en mayor medida que en el entrenamiento sobre superficies estables. La realización de ejercicios unilaterales y/o la utilización de dispositivos inestables incrementa la demanda propioceptiva y estresa a los músculos del CORE que son importantes para la estabilidad y el equilibrio a la vez que se realizan destrezas deportivas. La calidad en la ejecución de los ejercicios es también decisiva para el entrenamiento de la coordinación. Las patologías más habituales que requieren la aplicación de la propiocepción son las roturas ligamentosas, las lesiones capsulares, las fracturas óseas articulares y diafisarias, las lesiones musculares y las lesiones en la columna vertebral. El entrenamiento del sistema propioceptor también es necesario en el deportista posteriormente a cualquier intervención quirúrgica, no sólo para la recuperación de la lesión sino también para la prevención de nuevas lesiones que se puedan ocasionar por diferentes causas.

Asimismo, tendremos que tener en cuenta ciertos principios.

Principios del entrenamiento propioceptivo:

  1. De la sencillez a la complejidad: el punto de partida debe ser el ejercicio de movimiento más sencillo. Automatizar distintas experiencias de movimiento.
  2. Estructura piramidal del nivel de exigencia: activar la estabilización de la musculatura del tronco. Por ejemplo, a través de variaciones de la posición inicial (tumbada, sentada, posición de apoyo, posición de pie). Hacer más compleja la ejecución del ejercicio con elementos que desvían la atención del mantenimiento de la postura corporal para mejorar los reflejos.
  3. Exigencias estáticas a exigencias dinámicas: empezar con ejercicios en posición parada. Incluir el empleo dinámico de las extremidades o de movimientos deportivos (por ejemplo, saltos), que ayudan a mejorar la coordinación.
  4. De velocidad de ejecución lenta a rápida: realizar movimientos dinámicos despacio y de forma controlada. Al final, incrementar el ritmo de la ejecución. Se incrementa la fuerza a través de un ritmo más rápido, con lo que se consigue mejorar los reflejos.
  5. Del uso de soportes estables a inestables: la inestabilidad puede ser causada por diferentes métodos;  parado vs. sentado/acostado, ejercicios de apoyo unilateral vs. ejercicios de apoyo bilateral, pesos libres vs. máquinas, mancuernas vs barras, superficies estables vs. superficies inestables, ojos abiertos vs. ojos cerrados.
  6. De una gran superficie de apoyo a pequeña: reducir de forma progresiva la superficie de apoyo para dificultar el equilibrio y así elevar la propiocepción.
  7. De ojos abiertos a ojos cerrados: primero se realizan los ejercicios manteniendo los ojos abiertos. Cuando se domine su ejecución, entonces hay que cerrar los ojos para mejorar la propiocepción.

Ejemplo: tendinopatía

A grandes rasgos, podemos decir que un posible trabajo para prevención de lesiones tendinosas, preparando los tendones para la actividad física, es someterlos a estímulos mecánicos, evitando sobrecargas. Para ello, podremos empezar con ejercicios isométricos. Estos ejercicios son los de aguantar en una determinada posición un tiempo, ejemplos de ellos aguantar en una sentadilla contra la pared o a 45º-90º, curl a 90º…

A continuación pasaríamos a ejercicios excéntricos: la fase negativa se hace muy lento, manteniendo una tensión constante, gracias a lo que se refuerzan las estructuras mencionadas anteriormente. Tendremos como ejemplo la bajada en una sentadilla o curl.

Después podríamos llevar a cabo ejercicios de HSR, donde se da una combinación de ejercicios excéntricos y concéntricos, ejecutados lentamente.
Habrá que tener en cuenta que los ejercicios pliométricos deberán ser progresivos y hacerlos en días alternos para garantizar el descanso y comprobar que no existe aparición de dolor o  molestias.
Por supuesto, a todos estos tipos de trabajo habría que aplicarles los principios previamente descritos.

Conclusión:

De esta forma, la elaboración de este programa de entrenamiento propioceptivo basado principalmente en la fuerza y la coordinación podría reducir significativamente el número de lesiones. Los ejercicios destinados a prevenir cualquier tipología de lesión que se pueda producir a lo largo de una temporada poseerán aspectos angulares, motrices y características particulares muy semejantes a los gestos deportivos de la competición (golpeos, saltos, interceptaciones, pases, etc.). De esta forma, el trabajo tendría un efecto preventivo sobre la frecuencia de lesiones en fútbol, proporcionando respuestas eficaces y mejoras en fuerza, coordinación, equilibrio, tiempo de reacción ante situaciones específicas del deporte. Por supuesto, será de vital importancia el trabajo multidisciplinar de médicos, entrenadores, preparadores físicos, readaptadores y  fisioterapeutas siendo un factor imprescindible para minimizar el número de lesiones.

 

Fuentes:

  • https://www.researchgate.net/profile/Moises-Falces/publication/338572853_PROPUESTA_DE_UN_PROGRAMA_DE_ENTRENAMIENTO_PROPIOCEPTIVO_EN_FUTBOL_PARA_PREVENIR_LESIONES_DEPORTIVAS/links/5e1da9ba299bf1232603be40/PROPUESTA-DE-UN-PROGRAMA-DE-ENTRENAMIENTO-PROPIOCEPTIVO-EN-FUTBOL-PARA-PREVENIR-LESIONES-DEPORTIVAS.pdf
  • https://fisiosesto.com/prevencion-lesiones-pretemporada/

El CORE y su importancia

Concepto:

Empecemos por el principio, ¿qué es el CORE?

La palabra proviene del inglés, que significa «núcleo». Se refiere a la zona media del cuerpo, a la faja abdomino-lumbo-pélvica, incluyendo de esta manera todos los músculos de la zona central.

Los músculos del CORE pueden dividirse en tres grupos:

  • Los abdominales, que ayudan a la respiración, protegen los órganos internos y dan apoyo postural.
  • Los músculos de la cadera, que sirven para mantenerla estable y permitir que desempeñe adecuadamente sus movimientos básicos.
  • Los músculos de la espalda baja, que ayudan a mantener una postura adecuada.

Ha habido un cambio de paradigma. Antes se buscaba el fortalecimiento mediante los ejercicios de crunch (el abdominal de toda la vida), pero el CORE va más allá. El CORE debe ser la estructura que estabiliza todos los movimientos que se producen tanto en tren superior como inferior, ya que los vectores de fuerza pasan por el núcleo del cuerpo. Por lo tanto, su función debe ser estabilizadora. El CORE es la zona de control corporal y postural que da equilibrio para realizar cualquier tipo de tarea. Estos músculos aportan una mayor eficiencia en los movimientos, al hacer que estos sean más potentes y, por tanto, nos permitan alcanzar un mayor rendimiento. Cuanto más estabilidad tengan, más efectivos serán los movimientos.

«Si la situación de estos músculos es deficiente, la estabilidad es mala y aumenta el riesgo de lesión, sobre todo en la zona lumbar»; «Los músculos profundos de la espalda, que son pequeños, se trabajan mejor con ejercicios como el yoga o el pilates». – Ángel Merchán, director del centro de fitness Home Wellness de Madrid, España.

¿Cómo trabajarlo?

Podremos hacer 3 tipos de trabajo a grandes rasgos, trabajo de anti-extensión, trabajo de anti-flexión lateral y trabajo de anti-rotación. De esta manera, trabajaremos la estabilidad en diferentes planos.

Antes de empezar con esto será importante tener en cuenta que antes de empezar cualquier tipo de trabajo tendremos que activar el transverso abdominal, la capa más profunda de la musculatura abdominal, que se encuentra por debajo del recto abdominal y los oblicuos.

¿Cómo activar el transverso?

Primero aprenderemos a activar el transverso antes de hacer ningún tipo de ejercicio. Para ello, nos tumbaremos boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Colocaremos los dedos por encima de la espina ilíaca antero-superior (la «punta» que sale por delante cuando nos cogemos de las caderas). A continuación, iremos un poco más hacia el centro del abdomen, notando que después del hueso caemos un poquito hacia abajo. Después, cuando tengamos los dedos colocados, intentaremos llevar el ombligo hacia la columna, «metiendo tripa». Notaremos entonces que los dedos van un poquito hacia arriba, gracias a la contracción muscular. Así comprobaremos que hemos activado el transverso. Esta contracción muscular será la que tengamos que mantener cuando hagamos los diferentes ejercicios que proponeos a continuación.

Trabajo de anti-extensión:

El objetivo, como su nombre indica, será estabilizar el CORE para evitar la extensión de la espalda. Unos ejemplos de ejercicios posibles serían el de la plancha frontal, a la que se le pueden añadir diversas variaciones. Por ejemplo: en vez de hacer el apoyo sobre antebrazos apoyar sobre manos aumentando el brazo de palanca, abrir y cerrar las piernas, llevar una mano al hombro contrario y volverla a poner en posición de inicio…

Trabajo de anti-flexión lateral:

Esta vez evitaremos la inclinación o flexión lateral del tronco. Como ejemplo de ejercicios para este tipo de trabajo tendremos el de plancha lateral con sus variaciones. Por ejemplo: plancha lateral isométrica, a esta le podremos añadir cambio de un antebrazo a otro pasando por plancha frontal, elevación de la pierna en plancha lateral isométrica, ADD Copenhague…

Trabajo de anti-rotación:

Por último tenemos los ejercicios de trabajo de anti-rotación, que como su propio nombre indica, dará estabilidad evitando la rotación. Por ejemplo: estando de cuclillas y apoyando manos en el suelo girar las rodillas a un lado y a otro manteniendo la posición del tronco, en posición final de crunch llevar un pequeño objeto de un lado al otro del tronco…

 

 

Importancia de los flexores profundos en patologías cervicales

¿Qué son los flexores profundos del cuello? Un poco de anatomía:

Existen músculos superficiales y profundos, las diferencias entre ambos son las siguientes:

  1. Musculatura superficial: músculos con inserciones en cabeza, cintura escapular y tórax, abarcando múltiples segmentos.
    • Tienen gran capacidad para generar movimiento pero poca capacidad de aguantar posiciones estáticas durante mucho tiempo.
    • En este grupo encontraríamos al trapecio superior, al elevador de la escápula, al esplenio y semiespinoso de la cabeza en la región posterior, y al esternocleidomastoideo en la región antero-lateral.
  2. Musculatura profunda: se insertan directamente en la columna vertebral, cruzando uno o pocos segmentos, y poseen capacidad limitada para generar movimiento.
    • Proporcionan, por su anatomía, estabilidad segmentaria.
    • Tendremos los flexores profundos del cuello (rectos anterior y lateral, largo del cuello), semiespinoso y esplenio del cuello, y extensores profundos craneocervicales (multífidos y suboccipitales).

¿Qué ocurre en situación de patología?

Es común encontrar actividad aumentada de los músculos cervicales superficiales, tanto de los flexores como los extensores, así como una capacidad reducida para relajar dichos músculos (escalenos, esternocleidomastoideo, trapecio superior, elevador de la escápula y esplenio del cuello). Además, esta musculatura muestra una menor capacidad para relajarse tras la contracción, presentando periodos de descanso reducidos tras tareas repetitivas.

Como consecuencia, existe un incremento de la activación de dicha musculatura cuando estos actúan como antagonistas. Este hecho se considera una estrategia habitual en pacientes con dolor cervical, con el objetivo de aumentar la rigidez y estabilidad de la columna cervical. Sin embargo, en condiciones normales, la mayor parte de la estabilidad de la columna cervical es proporcionada por la musculatura profunda, por lo que la estrategia errónea en el control puede contribuir a la recurrencia y agravamiento del dolor.

Por otro lado, en pacientes con dolor cervical mecánico, el nivel de actividad de los músculos profundos se encuentra reducido. La actividad de la musculatura profunda está alterada cuando se lleva a cabo movimientos rápidos del brazo o el tronco. Ante esta situación, el comienzo de la actividad de esta musculatura se muestra atrasada.

Por último, diferentes estudios nos informan sobre déficits en la fuerza isométrica de la musculatura cervical y craneocervical, así como en la resistencia de dichos músculos en pacientes con trastornos dolorosos del cuello. Además, estudios electromiográficos han mostrado que existe una alteración de la actividad muscular y en la fatigabilidad, así como una reducción de la propiocepción (mayores errores en el posicionamiento de la cabeza).

Los datos expuestos anteriormente se correlacionan con mayores niveles de dolor y de discapacidad percibida en los sujetos a estudio.

Trabajo de ejercicio terapéutico:

El ejercicio terapéutico ha demostrado eficacia en al reducción del dolor y la discapacidad percibida en pacientes con dolor cervical. Distintos tipos de ejercicio han demostrado eficacia en el alivio del dolor, incluyendo ejercicios de control motor, resistencia y propiocepción, posiblemente facilitando una analgesia endógena.

Además del control del dolor, el ejercicio es efectivo en la mejora del control neural de los músculos cervicales, alterado en los pacientes con dolor cervical.

Dentro de un programa de rehabilitación, deben ser introducidos en primer termino ejercicios de baja carga (ejercicios de control motor), con el objetivo de inducir a adaptaciones neurofisiológicas, especialmente mediante la facilitación de la activación de la musculatura profunda. Más tarde, se introducirán ejercicios de alta carga con el objetivo de inducir adaptaciones y cambios morfológicos, y mejorar la resistencia y la fuerza de determinados músculos.

 

Bibliografía:

  • https://powerexplosive.com/control-motor-cervical/

 

 

 

 

 

Pointer Plus y EPI

¡Buenas tardes familia! Para empezar bien la semana, tenemos una noticia que daros y es la siguiente: vamos a implementar nuevas herramientas, por un lado, el Pointer Plus y por otro lado, una máquina de EPI. Os estaréis preguntando, ¿y eso qué es? Para eso hemos venido, para explicároslo. Así pues, allá vamos.

Pointer Plus: 

El Pointer Plus es un estimulador de puntos de acupuntura y de puntos “trigger” de gran precisión. Nosotros lo utilizaremos para otro concepto que vamos a explicar más adelante, para la Neuromodulación.

La estimulación del Pointer Plus ayuda a aliviar algunos tipos de dolores crónicos y agudos, así como también los derivados de procesos postoperatorios. En la manera en la que vamos a utilizarlo (para la neuromodulación) se pueden utilizar agujas o no, dependiendo de la zona a tratar y el objetivo.

Neuromodulación: 

Se trata de la aplicación de una corriente con componente galvánico a través de una aguja para estimular el sistema nervioso central y periférico, para producir cambios, lo que mejora la función del paciente.

La aplicación se basa en la estimulación con una aguja de punción asociada a una corriente eléctrica de baja o media frecuencia (con componente galvánico) buscando una respuesta sensitiva y/o motora al estimular el nervio periférico, y logrando una respuesta motora al estimular el punto motor.

Objetivos:

  • Disminuir el dolor.
  • Restablecer la función del sistema nervioso: a nivel periférico, central, somático, autonómico, sensorial, motor, vascular, glandular y visceral.
  • Mejorar la función neuromuscular, los patrones de reclutamiento muscular y control motor.

Indicaciones:

La aplicación de la neuromodulación percutánea está indicada en un número importante de lesiones del sistema neuromusculoesquelético como son:

  • Dolor crónico.
  • Inestabilidades articulares.
  • Disfunciones segmentarias de la columna vertebral.
  • Hernias discales asociada a radiculopatía.
  • Atrapamientos nerviosos.
  • Roturas musculares.
  • Tendinopatías

EPI:

La EPIElectrólisis Percutánea Intratisular es una técnica de fisioterapia invasiva que consiste en la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura que produce un proceso inflamatorio de carácter local permitiendo la fagocitosis y la reparación del tejido blando afectado (tendón, ligamento, músculo, etc.). La corriente eléctrica galvánica y el propio estímulo mecánico de la aguja constituyen agentes físicos propios del campo terapéutico de la fisioterapia.

Beneficios:

  • Es un tratamiento local en el lugar de la lesión. Con la ayuda de la ecografía se aplica de forma directa sobre el tejido alterado y/o degenerado.
  • Logra reparar el tejido afectado, la EPI es capaz deponer en marcha un nuevo proceso de proliferación del tejido colágeno que está desestructurado en estos procesos.
  • Las modificaciones en la estructura y en el comportamiento mecanobiológico del tejido blando son inmediatas y en tiempo real.
  • La efectividad es alta (en torno al 80%) respecto a los tratamientos convencionales de fisioterapia (ultrasonido, láser, técnica Cyriax, fibrolisis diacutánea, ondas de choque, etc.) o médicos (fármacos, infiltraciones ó cirugía).
  • La frecuencia de recaídas es baja.

Indicaciones:

Con la EPI se tratan tendinopatías crónicas (pubalgias, tendinopatía del tendón de Aquiles, tendinitis del tendón del supraespinoso,…), y un número importante de lesiones del sistema neuromusculoesquelético, como son:

  • Tendinopatías crónicas  (tendinitis-tendinosis rotuliana, aquilea, isquiotibiales, pubalgias, epicondilitis, supraespinoso-manguito rotador).
  • Fascitis plantares.
  • Roturas musculares agudas y crónicas (fibrosis).
  • Puntos Gatillos Miofasciales.
  • Esguince de ligamento lateral interno de rodilla.
  • Esguince crónico de tobillo.
  • Periostitis tibial.
  • Síndrome del túnel del carpo.
  • Síndrome del túnel del tarso.
  • Impingement de tobillo.
  • Impingement de cadera.

Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®) - AD Fisioterapia Valencia

Fuentes:

  • https://www.mvclinic.es/tratamientos/neuromodulacion-percutanea-ecoguiada
  • https://www.mvclinic.es/tratamientos/electrolisis-percutanea-intratisular-epi
  • http://ifepi.com/

Aumento de casos de cervicalgia, lumbalgia y ciática

Últimamente se ha visto un aumento de ciertas dolencias, como la cervicalgia, la lumbalgia y la ciática.

¿Por qué?

A causa de estar mucho tiempo en casa, sentados, teletrabajando… Se pasa mucho tiempo en estático, de manera que se da una pérdida de masa muscular. Esto a su vez, puede generar lesiones en la columna lumbar. Al mismo tiempo, con la libertad que se nos ha dejado para hacer deporte, mucha gente inexperta ha tenido prácticas deportivas sin control, lo que también genera numerosas lesiones. El teletrabajo también ha provocado un incremento en dolores cervicales.

El sedentarismo ha aumentado en la última temporada, bien porque ha tocado cumplir cuarentena después de haberse contagiado o simplemente por el contacto con un positivo. Este sedentarismo se ve reflejado en el aumento de citas en clínicas de fisioterapia. Una de las raíces del problema es el de las posturas mantenidas. Mantener las mismas posturas durante muchas horas sumado a la pérdida de masa muscular es una de las razones de la aparición de problemas tanto musculares como nerviosos. Como bien hemos dicho anteriormente, las principales afecciones son las que tienen que ver con la columna, especialmente en las zona cervical y lumbar (lumbalgia o ciática).

Por ello recomendamos que si el estado de salud lo permite, intentaremos mantenernos lo más activos posibles. «Muévete como puedas, pero muévete». “Hay ejercicios específicos que son muy beneficiosos para la espalda, también son recomendables los ejercicios de fuerza tanto de tracción como de empuje. Lo fundamental es mantenerse activo el mayor tiempo posible”, comenta un fisioterapeuta.

Otra de las claves será practicar deporte con conocimiento. Para prevenir lesiones es fundamental practicar deporte, siempre adaptado a nuestro estado físico y siguiendo siempre los consejos y las pautas de profesionales.  Lesiones de hombros, problemas en tobillos o rodillas, hasta roturas musculares son algunas de las lesiones más comunes con las que nos hemos encontrado en la última temporada.

Por último, cuidado con el teletrabajo. Este ha sentado en una silla a miles de trabajadores acostumbrados a empleos que requerían una mayor movilidad, estando ahora largas horas frente al ordenador, lo que les ha generado problemas musculares, sobre todo en cervicales. Estas molestias o lesiones son las más habituales en personas que pasan mucho tiempo frente a una pantalla, aunque ellas mismas traten de mantener una postura correcta. Mantener la misma postura durante mucho tiempo no será beneficioso. Lo ideal sería levantarse de la silla y mover un poco el cuello, hombros, la espalda, las rodillas… cada media hora al menos, evitando así las posturas prolongadas. Al mismo tiempo, la práctica deportiva será beneficiosa, evitando así el sedentarismo que hemos mencionado anteriormente.

Fuente:

  • https://www.niusdiario.es/sociedad/sanidad/cuarentenas-aislamiento-disparan-consultas-lumbalgias-ciaticas-fisioterapeutas_18_3040545103.html