
¿Dolores de cabeza frecuentes?
Entre un 70% y un 90% de la población padece al menos un episodio al año.
Con frecuencia los achacamos al padecimiento de migraña, pero no siempre es así. A veces no son más que una señal de aviso procedente de nuestras cervicales.
Está demostrado que un dolor de cabeza puede relacionarse con el raquis cervical, es la llamada cefalea cervicogénica. Se trata de la más frecuente después de la migraña, suponiendo un 20% de las cefaleas benignas y un 14-30% de las cefaleas crónicas.
Puede provenir de un trastorno de la musculatura cervical o de las articulaciones vertebrales: contracturas, traumatismos (especialmente el latigazo cervical), artrosis vertebral, sobrecargas, hipomovilidad articular y hernias discales cervicales son algunas de las causas más frecuentes.
¿Cómo saber si padecemos una cefalea cervicogénica?
Los 7 puntos clave para reconocerla son:
Dolor de cabeza en un solo lado del cráneo, sin variar el mismo.
Dolor moderado no punzante.
Comienza en la región cervical, propagándose progresivamente hacia la frente y el hueso temporal, siendo generalmente más intenso en esta última zona.
Aumento del dolor con ciertos movimientos o posturas del cuello, principalmente ante extensión cervical (cabeza hacia atrás), presentando alteraciones del sueño.
Tratamiento
Parece que la combinación de terapia activa (realizada con la colaboración del paciente) con terapia pasiva es mejor que si se usan aisladamente: masoterapia, estiramientos, cinesiterapia, electroterapia, termoterapia, vendaje neuromuscular, manipulación vertebral…
El consumo de antiinflamatorios también parece eficaz; siempre combinado con la rehabilitación manual.