Fisioterapia respiratoria, concepto:
Es una especialidad de la fisioterapia que se encarga del tratamiento, prevención y estabilización de las diferentes enfermedades del aparato respiratorio o cualquiera que interfiera en su correcto funcionamiento, con el fin de mantener o mejorar la función respiratoria.
Objetivo:
Conseguir una mejoría de los síntomas y enlentecer la progresión de la enfermedad, consiguiendo la máxima capacidad física, mental, social y laboral de cada paciente.
Los procedimientos se basan en dos puntos:
- La terapia física, que consistirá en fisioterapia respiratoria y ejercicios respiratorios.
- El entrenamiento muscular, tanto general, como de los músculos respiratorios.
Indicaciones:
Enfermedades pulmonares obstructivas, restrictivas, crónicas y agudas. Agudas como bronquitis o neumonías y en enfermedades crónicas como EPOC, bronquiectasias, enfermos neuromusculares y neurológicos con afectación respiratoria, asma, cáncer, pre y post cirugía toraco-abdominal, trasplante pulmonar, encamamiento prolongado…
Precauciones:
La sesión nunca se debe realizar durante las dos horas posteriores a una comida para evitar vómitos o reflujo gastroesofágico.
Complicaciones:
- Desaturación por debajo de 85% (según pulsioxiometría).
- Broncoespasmo.
- Extubación accidental.
- Movilización de secreciones que ocluyen totalmente el TE (tapón de moco).
- Erosión de la mucosa bronquial.
- Reflejo vasovagal.
Contraindicaciones:
La fisioterapia respiratoria debe de ser realizada con cautela o incluso contraindicada en los siguientes casos:
- Pacientes con coagulopatias.
- Estado asmático.
- Estado epiléptico.
- Posoperado de cirugía craneo-encefálica.
- Sistema osteoarticular debilitado con riesgo de fracturas.
- Fractura de costillas.
- Aumento de la presión intracreaneal.
Técnicas y ejercicios:
Drenaje postural:
Es la técnica que mejor se tolera y la preferida para la eliminación de las secreciones. El objetivo de esta técnica es conseguir que las secreciones drenen por acción de la gravedad hacia bronquios mayores, traquea, hasta conseguir expulsarlas con la tos.
Para realizar este drenaje postural, es preciso colocar al paciente en la situación más adecuada, según la zona del pulmón que deseemos drenar.
Cada posición debe mantenerse durante 3-5 minutos. Antes de comenzar la técnica, es necesario que el paciente sepa toser y respirar de forma profunda y eficaz. No debe realizarse cuando el paciente está recién comido.
Percusión y vibración:
Se usan asociadas a la técnica de drenaje postural. La percusión consiste en dar palmadas, de una manera rítmica, con las manos huecas. El objetivo que persigue es desalojar mecánicamente las secreciones espesas adheridas a las paredes bronquiales.
La vibración consiste en la compresión intermitente de la pared torácica durante la espiración, intentando aumentar la velocidad del aire espirado para, de esta manera, desprender las secreciones.
Educación de la tos:
Esta técnica consiste en enseñar a toser, después de una inspiración profunda, durante la espiración, procurando hacerla en dos o tres tiempos para un mejor arrastre de las secreciones.
Está indicada en el pre y postoperatorios de pacientes con excesivas secreciones, así como en las situaciones de producción excesiva de esputo.
Ejercicios respiratorios:
Los ejercicios respiratorios tienen como objetivo disminuir el trabajo respiratorio, mejorar la oxigenación y aumentar la función respiratoria. Se realizarán una vez al día. Entre ellos tenemos:
- Respiración con labios fruncidos.
- Respiración diafragmática.
- Ejercicios de expansión pulmonar.
- Ejercicios para toser de forma eficaz y controlada.
- Ejercicio con respiración incentivada.
Bibliografía:
- https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/cuidados-casa/como-realizar-fisioterapia-respiratoria
- https://www.fisiorespiracion.es/que-es-fisioterapia-respiratoria.htm
- https://www.efisioterapia.net/articulos/fisioterapia-respiratoria-0
- https://fisiobronquial.com/que-es-fisioterapia-respiratoria/